Propuesta para evaluar la danza en bachillerato o universidades. Si la calificación refleja el aprendizaje del alumno, la evaluación lo mejora

Por: Ivone Morales 18 de septiembre de 2021

Este ensayo forma parte del módulo tres Formas de Evaluación Centradas en el Aprendizaje que tuve la oportunidad de recibir dentro del Diplomado en Educación Centrada en el Aprendizaje, ofrecido por el Centro de Enseñanza Técnica Superior, Campus Tijuana (México) y en donde propongo ideas que se adaptan para evaluar la danza como materia dentro de un plan de estudios en Bachilleratos o Universidades.

El tema central de este trabajo es la evidencia entre el rol que tiene que aplicar una calificación a un alumno y la diferencia que hay al realizar una evaluación de aprendizaje. Señala la importancia que tiene la calificación como un número final que responde a un reflejo de aprendizaje y una evaluación que permite la mejora total y general del alumno.

Para diferenciar estos dos conceptos se dice que evaluación significa un «proceso mediante el cual se emite un juicio de valor y nos permite tomar decisiones con base en un diagnóstico» (Garrido, ITESM-CEA, 1994) y que según el texto Concepto de Evaluación que se presentó en este módulo estudiado, tiene carácter formativo, continuo, usa técnicas, instrumentos y criterios que realizan un grupo de maestros del alumno y se expresa al final por medio de una calificación que «cumple con una tarea de certificar un aprendizaje e intenta reflejar lo que el alumno sabe, aseveración que es necesario discutir ampliamente» (López Frías – Hinojosa Kleen, 2001, p.16).

Si es alta o buena la nota indica que, el alumno ha cumplido considerablemente con los objetivos que el maestro le planteó, se hacen posibles modificaciones al contenido, y se cuestionan los progresos o limitaciones que tiene el alumno con referente al modo de aprender la materia. En caso contrario, se redefinen los contenidos.

Evaluar el aprendizaje «en el cual se da la internalización de pautas de conducta que resulta de haber participado en un proceso intencionado de enseñanza-aprendizaje» (Quesada, 1991, p.16) requiere que, el alumno logre mejorar cuando el maestro defina con exactitud el contenido curricular que va a transmitir, analiza el tipo de grupo de alumnos que le tocarán en el curso, aplique instrumentos acordes con los objetivos particulares y generales de su contenido temático, realice una evaluación cuali-cuantitativa y lo haga en el inicio del semestre, durante y al finalizar el curso.

Respecto a la escala de medición cuantitativa se expresa por notas, conceptos, puntos o porcentajes, de arriba-abajo, o ascendente-descendente. En diferentes países estos estándares puedes ser objetivos e institucionales muy difíciles de corromper. Y la medición cualitativa se realiza a través de los sentidos, aplicando parte de la subjetividad del maestro.

Por otro lado, el maestro tiene facultad de modular instrumentos de evaluación a través de una serie de indicadores que le llevarán a formar un criterio del conocimiento y un aprendizaje de tipo declarativo, procedimental y actitudinal del alumno, en donde las autoras del libro Evaluación del aprendizaje Blanca Silvia López Frías y Elsa María Hinosoja Kleen, ed. Trillas, México 2001; afirman que un aprendizaje de tipo declarativo se da cuando el alumno aplica conocimientos factuales – que se da por conocido una idea- y  conceptuales – que se trabaja para construir conceptos, ideas-, un aprendizaje procedimental requiere de instrumentos, técnicas y métodos para demostrar el «saber cómo» aplicar un conocimiento y el aprendizaje actitudinal en donde le demuestra en qué forma reaccionará dicho conocimiento adquirido.

La calificación es un alternativa para complementar una evaluación que se ofrece casi obligatoriamente por medio de exámenes parciales, inclusive finales que sólo darán un parámetro o una escala de valor sobre puntos para ver en qué grado de conocimientos se encuentra el alumno, sin embargo, la calificación no tiene o no debería tener el poder de certificar o acreditar un curso, como quizá muchos sistemas institucionales manejan si no se reflexiona antes sobre una Evaluación del Aprendizaje.

M. del Carmen Sánchez Humaran, en su libro, La evaluación. Certeza abierta e imperfección cerrada menciona patologías muy graves que llevan a contrarrestar o desacreditar el trabajo de una evaluación del aprendizaje como: evaluar sólo al alumno, al conocimiento únicamente, se califica con un número, no se evalúa éticamente, o se utilizan técnicas de evaluación no congruentes sin revisión previa, inclusive no se llega a manejar la autoevaluación, no se consideran los resultados, o se evalúa unidireccionalmente.

El maestro tiene aparentemente la facultad de calificar, acreditar o reprobar a un alumno, aunque se vea al profesor como ´el que lo sabe todo’ y el que tiene el privilegio de dar la última palabra. Sin embargo, la retroalimentación entre el alumno y el maestro es más productiva cuando se hace mutua porque proyecta mayor calidad en el proceso de aprendizaje, por tanto, la garantía de la enseñanza queda plasmada.

Los autores Díaz Barriga Arceo Frida y Gerardo Hernández Rojas en el libro de Estrategias docente para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista rescatan dos funciones importantes de la evaluación del aprendizaje de un alumno:

          1) Función Pedagógica: que tiene el fin de obtener una enseñanza-aprendizaje en el alumno reflejado en un cambio de actitud.

          2) Función Social: que tiene la virtud de ser calificado, certificado y acreditado. Aquí se demuestra si ´pasa´o ´no pasa´un alumno de

grado.

Al diferenciar estas dos funciones, el docente tiene la capacidad de aplicar Técnicas de Evaluación como se demuestra en el texto. Constructivismo y evaluación psicoeducativa de Díaz Barriga y Hernández Rojas con 3 diferentes formas que se presentan para cumplir con su Función Pedagógica.

          1) Técnica Informal:    Lista de Cotejos

                                                 Observaciones

                                                 Diarios de clase

          2) Técnica Semiformal: Trabajos fuera y dentro de clase

                                                 Portafolio

                                                 Prácticas

          3) Técnica Formal:        Exámenes

                                                 Rúbricas

                                                 Mapas Mentales

No creo que haya una fórmula perfecta para evaluar a un alumno. La idea aquí es que el maestro sea capaz de tener la visión de aterrizar y realizar una especie de ´cóctel´ con estos 3 tipos de evaluación que se mencionaron, con el tipo de grupo que se tiene y el modo de aprendizaje que requiere el alumno para idear un efectivo plan práctico de enseñanza -aprendizaje, y de alguna manera cumplir con su función social que tiene de conocer si el alumno continuará con el siguiente ciclo escolar.

¿Puede una calificación ser tan objetiva como una evaluación muy subjetiva? La respuesta puede ser invariable aunque el peso debería estar en el justo medio. Ni ser tan arbitrarios como para otorgar una calificación aparentemente objetiva ni ser tan flexibles para  una evaluación final con un criterio subjetivo, sino que la calificación refleje un aprendizaje y la evaluación tenga siempre un patrón de mejorar, modificar o reforzar actitudes y valores en el maestro como en el alumno.

Por otro lado, un número como ya se mencionó tiene el poder de reprobar, pero jamás comprobará si el alumno adquirió en realidad un conocimiento, por eso se dice que una calificación solo permite percibir a escala si un alumno aprendió o no. El problema lo enfrenta el maestro cuando solo promedia por puntos y no tiene elementos más que exámenes parciales y no canaliza los cambios de actitud del alumno o no tiene conciencia el mismo maestro de la forma en que estudia el alumno.

Muchas instituciones por tal motivo, ofrecen a través de un Departamento de Orientación, herramientas que faciliten al maestro evaluar lo mejor posible y al mismo tiempo ayudar al alumno que tenga mayores rendimientos educativos. Asimismo se realizan juntas de maestros para dar una evaluación general sobre todas las ramas de conocimiento que lleva el alumno para así, filtrar un diagnóstico más certero, superar y mejorar a una simple calificación dada y cumplir con el objetivo principal que se  menciona a continuación:

Que el alumno aprenda a través de una enseñanza, que contemple, adecuados instrumentos de evaluación, que le registren una calificación aprobatoria, por consiguiente una titulación del curso, grado o nivel y además que le lleve a reflexionar sobretodo que, una calificación no pasará de ser más que un número y una evaluación de aprendizaje será un abanico de posibilidades que le sugieran lo que aprendió, el cómo, para qué y porqué aprendió tal conocimiento para saber qué, cómo actuar ante las circunstancias que le presente en la vida.

Referencia Bibliográfica

DIAZ -BARRIGA ARCEO, Frida y Gerardo HERNANDEZ ROJAS. Estrategias docente para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista. McGraw-Hill, México 2002

LOPEZ FRIAS, Blanca Silvia y Elsa María HINOSOJA KLEEN. Evaluación del aprendizaje. Alternativas y nuevos desarrollos. ITESM-ILCE-Trillas. México 2001

SANCHEZ HUMARAN, M. del Carmen. La evaluación. Certeza abierta e imperfección cerrado. ILCSA. Tijuana 2004

Ivone Morales
Maestra en Investigación de la Danza
Maestra en Marketing Digital

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